El nombre Chicharra recuerda el apodo de un gran parrillero, responsable de los formidables asados que se degustaban en “la Carmelita”, la legendaria parrilla del barrio prostibulario de Pichincha, ubicada en La Plata (Ovidio Lagos) y Jujuy, entre 1918 y 1934.

Allí, se podía tomar un guindado uruguayo a 10 centavos el vaso y escuchar alguna vez, al ciego Aspiazu, guitarrista y al “Pibe” Ernesto Ponzio. Que se cuentan entre los pioneros del tango, al propio Carlos Gardel o a hoy olvidados cantores y payadores como Amour Naya, “El Oriental” o el “tuerto” Guimond.